Villaseca: Tres bautizos, una década después
La localidad riojalteña, de poco más de una treintena de habitantes, acogió los bautismos de Mía, Paula y Kenai después de más de una década sin estas celebraciones
Los tres niños junto a sus padres en la iglesia de San Román. J. RODRÍGUEZ
Villaseca dobló su población por un día. Y es que acogió uno de los acontecimientos más importantes de la última década: los bautizos de Paula y Mía Riaño Mediavilla y su primo Kenai Martínez de Salinas Riaño, que recibieron el santo sacramento rodeados de amigos y familiares. Vidal Riaño, su orgulloso abuelo, reconocía estar celebrando uno de los días más importantes de su vida.
Villaseca está ubicada en La Rioja Alta, junto a Fonzaleche. Ha tenido que pasar más de una década para que la iglesia parroquial de San Román y su venerada Virgen de la Cuesta volviesen a presenciar una celebración así. Y antes del último bautizo, habría que remontarse cuarenta años para encontrar otro.
Los padres de Kenai se trasladaron a Haro a vivir. Paula y Mía son las dos únicas niñas del pueblo, pero su abuelo las lleva cada mañana a la guardería jarrera.
La celebración tuvo lugar en la iglesia parroquial de San Román, cuya pila alberga bautizos desde el siglo XII
El alcalde de la localidad, Pedro Bueno, destacaba la importancia del evento. «Estas son las noticias que hay que dar. Cosas buenas. Algo así no pasa en toda España en un año. Aquí ha venido gente de Miranda de Ebro, Quintanar de la Sierra y Vitoria. Es un acontecimiento que debería pasar más a menudo», señaló, al mismo tiempo que lamentó que no se están proporcionando los recursos necesarios para que los jóvenes no se vayan.
El párroco, Cecilio Valladolid, celebraba que se diesen noticias como esta. «Que se den muchas así. Son positivas para mí, para la iglesia y para el pueblo», reconocía. «Ya ni me acuerdo cuándo hice el último bautizo. Que Vidal me traiga ahora tres nietos es una maravilla», celebraba. Y es que la familia no dudó en la elección del lugar para bautizarlos. «Estamos ante una iglesia románica, como la pila, y siempre es un enorme atractivo saber que todos los antepasados de Villaseca, desde el siglo XII, se bautizaban en esa pila –apuntó el párroco ante la sonrisa satisfecha de Vidal Riaño–. Y su abuelo nunca pensó en otra opción».